Nuestra idea

El proyecto arrancó con una renovación en la gestión de los viñedos, los cuales se habían dedicado anteriormente a la producción masiva de uva. El enfoque actual se centra en alcanzar un balance óptimo entre el crecimiento vegetativo y la productividad de las vides, además de asegurar condiciones microclimáticas ideales para los racimos.

Este meticuloso cuidado en la vinificación busca producir vinos auténticos, ricos en concentración y de textura suave, dotando al vino de Alta Alcurnia de una identidad y carácter distintivos.

Distribución

Los viñedos están dispuestos en un esquema de plantación de 2,5 x 1,25 metros, empleando una poda de tipo doble Guyot que favorece una espaldera alta. Se implementa un deshojado temprano y moderado, junto con prácticas que mejoran la fotosíntesis, para obtener un mosto que da origen a uvas Carmenere sin rastros de notas vegetales no deseadas.

La estrategia de manejo integrado del viñedo incluye el uso de fertilizantes orgánicos y el empleo exclusivo de azufre para el control de enfermedades. Situado en el valle de Colchagua, específicamente en el sector de Palmilla, el viñedo de Alta Alcurnia abarca una extensión de apenas 4 hectáreas. Está plantado principalmente con Carmenere (77%) y Cabernet-Sauvignon (14%) —ambas variedades introducidas en 1994—, además de un pequeño porcentaje de Petit Verdot (9%), plantado en 2010.